Foto. Es un hecho la lucha constante contra el crecimiento de algas y otros parásitos en el casco. Fuente. navegar.com
La innovación es el futuro y el sistema H2oBoatCare es un claro ejemplo de ello. Se trata de una nueva tecnología desarrollada en Holanda para luchar contra las algas y el caracolillo que se adhiere a los cascos de las embarcaciones y que tantas molestias provoca. El sistema está formado por un dispositivo eficaz que con una instalación simple consigue un gran ahorro de costes ya que, entre otras cosas, consigue que se consuma un 20% menos de combustible.
Esta herramienta única en la lucha contra el crecimiento de algas y otros parásitos en el casco de los barcos está formado por un dispositivo electrónico y un transmisor que se coloca en el agua, bien desde el barco, bien desde el amarre.
La idea del H2OboatCare es que ambos elementos crean una serie de vibraciones de alta frecuencia, las cuales tienen una gran influencia sobre las burbujas microscópicas que se producen en el agua de forma natural. Estas burbujas se comprimen por el dispositivo formando una intensa cavitación que libera fuerzas hidrostáticas causando la muerte de las algas protegiendo, de esta forma, el casco de la embarcación de la infestación por parte de estas.
De igual manara y por el mismo principio actúa contra las larvas del caracolillo, provocando que estas desaparezcan. El resultado final es un barco más limpio, un menor consumo de combustible y un aumento de la protección del medio ambiente porque esta tecnología hace innecesaria la utilización de “antifouling”, con lo cual se contribuye a disminuir la presencia de toxinas dañinas en el agua. Evidentemente, el diseño del equipo hace innecesario que el barco tenga que ser sacado del agua para someterlo a la limpieza de fondos.
En cuento a las características técnicas de H2OboatCare este dispone de un dispositivo electrónico de control y de un transmisor. Este último proporciona vibraciones intermitentes denominados pulsos, a través de los cuales, las burbujas de oxigeno disueltas en el agua de manera natural son modificadas de manera que finalmente se comprimen, generando el conocido fenómeno de la cavitación. La cavitación genera un gran aumento de la presión interior de la burbujas de oxigeno que provoca la rotura de su membrana generando unos chorros minúsculos de agua a alta presión. Estos chorros de agua a alta presión impactan en las células de las algas y larvas de caracolillo destruyéndolas y provocando su desaparición.
Además del efecto de cavitación, la rotura de las burbujas creada por el H2OboatCare también crea el mismo efecto sonoro que produce una fuente de ultrasonidos y estos también contribuyen a la muerte de las algas y el caracolillo y por tanto a su desaparición y a que el casco del barco permanezca libre de incrustaciones.
Su fuente de alimentación es corriente a 220 voltios que se transforma a 12 voltios para alimentar al transmisor. El consumo aproximado de toda la instalación es de unos 35 watios.
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