viernes, 19 de junio de 2020

Legendarios barcos que ya sólo navegan en el recuerdo

Foto. El Calypso navegando en sus tiempos de esplendor. Autor. Wikipedia.

Algunos barcos con mucha historia en sus cuadernas han desaparecido victimas de la desidia humana que ha sido incapaz de conservarlos para la posteridad. Son innumerables los casos de barcos que han adquirido mayor o menor fama que han sucumbido al soplete de oxicorte.

Esta no es una cuestión de tiempos pasados que la evolución de la sociedad haya eliminado. Aún hoy el patrimonio marítimo salvo honrosas excepciones sigue siendo objeto de poca atención conservadora.

En estos días hay dos caso especialmente sangrantes que se hicieron famosos en sendas series de televisión de mucho éxito en los años 70 y 80 del siglo pasado que se encuentran moribundos y abandonados a punto de ser despedazados en un rincón olvidado. Se trata del Pacific Princess, el barco de la serie “Vacaciones en el Mar” y el Calypso, el famoso barco de investigación del Comandante Jaques Ives Cousteau, desde el que rodó todos sus documentales sobre el mundo submarino

En lo que concierne al Pacific Princess, el barco de la serie Vacaciones en el Mar está escorado esperando su desmantelamiento. Su historia vital tremenda, digna de la mejor de las series de acción, incluyendo televisión, drogas, quiebras y demás.

La compañía propietaria del barco, la española Quail Cruises, no ha podido saldar sus deudas contraídas, por lo que ha vendido el buque a la empresa turca de desguaces Cesam Gemi Sokum. En 1998, ya este mismo navío, que entonces tenía otros propietarios, fue paralizado en el puerto de Pireo (Grecia) por su vinculación con una red de tráfico de drogas que conectaba el norte de África con Europa.

El barco de Cousteau, el Calypso fue el buque de investigación de Jacques-Yves Cousteau, uno de los más importantes investigadores del océano. Equipado con las más innovadoras tecnologías de la época, durante los años 60 y 70 este barco se convirtió en un icono de la investigación oceanográfica, a través de los numerosos documentales filmados durante sus viajes.

Fue construido por los astilleros Ballard Marine Railway Company de Seattle, Washington. Pertenecía a la primera serie de la clase BYMS, y fue puesto en grada el 12 de agosto de 1941 con la designación BYMS-26, botado el 21 de marzo de 1942, fue asignado a la Royal Navy en febrero de 1943 con el numeral HMS J-826 y destinado al servicio activo en el mar Mediterráneo, fue re-numerado como BYMS-2026 en 1944, puesto en reserva en Malta y finalmente, dado de baja en el registro naval en 1947.

En enero de 1996 el Calypso se hundió en el puerto de Singapur, tras colisionar con una barcaza. Pese a poder ser reflotado, ese accidente fue el inicio de una serie de litigios, tanto por la propiedad del buque, como por quien debía hacerse cargo de las reparaciones. Mientras tanto, el buque estuvo 10 años en el puerto de La Rochelle (Francia), degradándose aceleradamente.

Finalmente, en el año 2005 el Calypso pasó a ser propiedad de la Fundación Cousteau. En el 2007 se inició su reconstrucción en los astilleros Piriou, en la localidad Francesa de Concarneau. Desde el año 2009, dicha reconstrucción está suspendida por falta de financiación y el esqueleto del Calypso espera la declaración de patrimonio nacional, para acceder a los fondos públicos que supondrían su salvación, petición que fue aprobada en 2013.

En marzo de 2016 el Calypso es embarcado en un buque mercante rumbo a unos astilleros especializados en la ciudad de Izmir en Turquía para emprender la tan necesaria restauración con un coste de 10 millones de euros.

Mas las desgracias del Calypso aun no han terminado, el 12 de septiembre de 2017 en pleno proceso de restauración del casco de madera del buque, se produjo un incendio que destruyó algunas de las nuevas partes de madera que se le habían instalado, dilatando aún más en el tiempo las obras.



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